4/5/08

El pavoroso cuerpo del hombre (materiales de construcción)


André Martinet.
"Es probable que las relaciones del hombre y de su lenguaje sean de naturaleza demasiado particular para que se pueda deliberadamente colocar a este último en un tipo más amplio de funciones determinadas. No se podría afirmar que el lenguaje sea el resultado de la actividad natural de algún órgano, como lo son la respiración o el andar, que constituyen, por así decirlo, la razón de ser de los pulmones y las piernas. Se habla, es cierto, de órganos de la palabra, pero se añade, en general, que la primera función de cada uno de estos órganos es otra cualquiera: la boca sirve para la ingestión de los alimentos, las fosas nasales para la respiración y así sucesivamente. La circunvolución del cerebro en que se ha querido ver el asiento de la palabra, porque sus lesiones están frecuentemente unidas a la afasia, tiene algo que ver probablemente con el ejercicio del lenguaje, pero nada prueba que sea ésa su función primera y esencial.
En esta situación se ha pensado en situar el lenguaje entre las instituciones humanas, y esta manera de ver ofrece ventajas indudables..."

Sto. Tomás de Aquino:
"Además en el caso del alma racional debe considerarse otra cosa; en efecto, no solamente sin la materia y sin sus condiciones recibe las especies inteligibles, sino que ya no hay posibilidad de que en su operación propia tenga comunicación con un órgano corporal de suerte que una cosa corporal, fuera órgano de la intelección, como el ojo lo es de la visión. Así, por el hecho de que tiene una operación propia sin comunicación con el cuerpo es necesario que el alma intelectiva obre por sí..."

Konrad Lorenz:
"Ya un órgano, cuya función conservadora de la especie no consiste en reproducir las cosas reales, sino en enfrentarse mecánicamente a ellas, al adaptarse a su función se convertirá siempre, en cierto sentido, en una imagen de esa cosa, en su "contrapunto", para usar la expresión de Jakob von Uexküll. La forma de un órgano es, en cierta medida, el negativo, la copia de los datos inmutables del mundo exterior inorgánico en la matriz plástica de la sustancia orgánica. Así la aleta del pez es, en su forma, y mucho más en su movimiento una imagen de la ola. El casco del caballo es casi una copia del suelo de la estepa, tal como la huella real que deja en él es su copia en un sentido que difícilmente podría calificarse de figurado. Lo mismo puede decirse, ta vez, de modo más directo, de los órganos sensoriales, cuya función conservadora de la especie consiste en reproducir determinados datos de la realidad extrasubjetiva. La analogía entre el órgano adaptado a la función concreta de transmisión y el objeto real de esa transmisión no acaba ahí. "Si el ojo no se pareciera al sol, no podría divisarlo". Goethe creía, es cierto, en una especie de "armonía preestablecida" entre el órgano receptor y el objeto que ha de captar, pero comprendió correctamente el hecho de que el ojo, con su forma esférica, la estructura radial del iris, la función del cristalino y de la retina es una especie de "contrasol", una copia en contrapunto de las leyes eternas a las que obedecen los rayos luminosos. Lo que vale para el órgano vale también para su función. Por eso, afirmar que las estructuras de nuestro sistema nervioso central que sirven para reflejar el mundo se hallan, como el ojo respecto del sol, en una relación de analogía más íntima, más particularizada con la naturaleza de aquello que han de reflejar, significa afirmar ya la relación en la que el mundo de nuestras vivencias se halla repecto de las cosas reales que están por detrás de dichas vivencias. Se trata simplemente de la relación de mayor o menor analogía que, por lo demás, existe también entre la imagen y la realidad. Nuestro mundo vivencial es un modelo de la realidad extrasubjetiva construido por los receptores del sistema nervioso central, sistema al que pertenecen tanto los órganos sensoriales y las estructuras nerviosas que crean percepciones a partir de los datos de los sentidos como las estructuras centrales del cerebro que determinan las formas a priori de la intuición y las categorías"

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