14/5/08

Escolios I

La voz del lacónico es más poderosa que el continuo eco del locuaz. Pocos maestros de la concisión como D. Nicolás Gómez Dávila. Aquí queda como un regalo a los amigos y como un pozo en el desierto del mundo.

- El alma crece hacia adentro.

- La vida de la inteligencia es un diálogo entre el personalismo del espíritu y el impersonalismo de la razón.

- La convicción del predicador sucede a la prédica

- Cristo es el objeto de la tradición evangélica, pero sólo la tradición evangélica puede ser objeto del historiador.
El aparato para percibir el objeto de la tradición evangélica no es la historia, sino la Iglesia.

- El hastío no es fruto de la posesión prolongada, sino el contacto fugaz con mil objetos.

- Una existencia feliz es tan ejemplar como una virtuosa.

- La pobreza es la única barrera al tropel de vulgaridades que relinchan en las almas.

- El Renacimiento, el Aufklärung y la tecnocracia son hijos indiscutibles del cristianismo.
Hijos crecientemente siniestros que engendra en la esperanza cristiana el olvido del pecado original.

- Los programas políticos actuales son ideologías de una mentalidad que culpa de los problemas que la angustian a las "estructuras sociales" que detesta, para ocultar que son producto del desarrollo técnico que admira.

- Los que denuncian la esterilidad del reaccionario, olvidan la noble función que ejerce la clara proclamación de nuestro asco.

- El espíritu engendra en la angustia; pero sólo en la dicha no aborta.

- Que rutinario sea hoy insulto comprueba nuestra ignorancia en el arte de vivir.

- De los seres que amamos su existencia nos basta.

- Que ciertos hombres auténticamente grandes nos irriten se debe a los admiradores que tienen.
Pero nadie es totalmente inocente de los admiradores que conquista.

- Antipatía y simpatía son las actitudes primordiales de la inteligencia.

- La idea no es un espectro, sino un cuerpo verbal, denso, sonoro, luminoso.

- El revolucionario no odia porque ama, sino ama porque odia.

- Cuando hoy nos dicen que alguien carece de personalidad, sabemos que se trata de un ser sencillo, probo, recto.

- El moderno ya sabe que las soluciones políticas son irrisorias y sospecha que las económicas lo son también.

- La ley es el embrión del terror.

- Sólo profanos y catecúmenos creen en la importancia de la instrucción.
Todo pedagogo es furtivamente analfabeto.

- Cuando definen la propiedad como función social, la confiscación se avecina; cuando definen el trabajo como función social, la esclavitud se acerca.

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