17/7/08

Potencia poética. Job/Hobbes.

La expresión nietzscheana referida al Estado, el más frío de todos los monstruos fríos, resulta fría ella misma en comparación con la asociación hobbesiana del Estado con el monstruo del mar: el Leviatán, vencido por Yhavé en los orígenes. Su abundante y aterradora descripción en Job 40. 25 nos ofrece, en efecto, una imagen soberbia del Estado. A su lado apenas cabe el - aunque poderoso - paciente Behemoth.

Leviatán.

Y a Leviatán ¿le pescarás tú a anzuelo
sujetarás con un cordel su lengua?
¿Harás pasar por su nariz un junco?
¿taladrarás con gancho su quijada?
¿Te hará por ventura largas súplicas?
¿te hablará con timidez?
¿Pactará contigo un contrato
para ser tu siervo siempre?
¿Te divertirás con él como un pajarillo,
y lo atarás para jueguete de tus niñas?
¿Traficarán con él los asociados?
¿se le disputarán los mercaderes?
¿Acribillarás su piel de dardos?
¿clavarás con el arpón su cabeza?
Pon tu mano sobre él:
¡al recordar la lucha no tendrás ganas de volver!
¡Sería vana tu confianza,
porque su vista sola aterra'
Si le despiertan, furioso se levanta,
¿y quién podrá aguantar delante de él?
¿Quién le hizo frente y quedó salvo?
¡Ninguno bajo la capa de los cielos!
(....)
Su corazón es duro como roca,
resistente como rueda de molino.
Le alcanza la espada sin clavarse,
lo mismo la lanza, jabalina o dardo.
Para él el hierro es sólo paja,
el bronce madera carcomida.
No le ahuyentan los disparos del arco,
cual polvillo le llegan las piedras de la honda.
Un junco la maza le parece,
se ríe del venablo que silba.
Debajo de él tejas puntiagudas:
un trillo que va pasando por el lodo.
Hace del abismo una olla borbotante,
cambia el mar en pebetero.
Deja tras sí una estela luminosa,
el abismo diríase una melena blanca.
No hay en la tierra semejante a él,
que ha sido hecho intrépido.
Mira a la cara a los más altos,
es rey de todos los hijos del orgullo.

11/7/08

Consuelo militante. Escolios II.

A menudo es preciso retroceder para rearmarse, ceder e incluso conceder para afrontar más tarde. A menudo es preciso retirarse para reunir las fuerzas y aprestarse a resistir. En esos momentos también conviene la arenga, pero su estilo será calmo y cercano a la oración. Habrá que encomendarse a potencias superiores, pero no bajo el signo de un martirio paciente sino armado. Testimonio ofensivo y dispuesto al ataque, resistencia activa. La voz queda, la sintaxis exacta, el sentido metálico. ¿No es ésta la manera característica de D. Nicolás Gómez Dávila?

La sabiduría de este siglo se reduce a observar el mundo con la mirada amarga y sucia de un adolescente depravado.

Los ángeles melómanos de la mitología cristiana serán reemplazados, en el paraíso progresista, con profesores de gimnasia.

La desintegración creciente de la persona se mide comparando la expresión "aventura amorosa", que se estilaba en el XVIII, con la expresión "experiencia sexual" que usa el siglo XX.

Mientras el clero no haya terminado de apostatar, va a ser difícil convertirse.

Dios es la razón del sabor, en la cosa que deja de ser insípida.

En este aburguesamiento universal, añoro menos la aristocracia muerta que el pueblo desaparecido.

Cuando oímos los acordes finales de un himno nacional, sabemos con certeza que alguien acaba de decir tonterías.

Basta mirar al que nos insulta para sabernos vengados.

Toda recta lleva derecho a un infierno

El individuo tiene que pensar en el idioma de una tradición filosófica, así como tiene que expresarse en el idioma de una colectividad lingüística.
La originalidad sólo depende del sesgo del espíritu.

El canónigo corpulento y lujurioso que cree en Dios es más indiscutiblemente cristiano que el pastor austero y macilento que creen en el hombre.

Los que pretenden abolir la alienación del hombre, cambiando la estructura jurídica de la economía, recuerdan al que resolvió el problema de su infortunio conyugal vendiendo el sofá del adulterio.

En las democracias, donde el igualitarismo impide que la admiración sane la herida que la superioridad ajena saja en nuestras almas, la envidia prolifera.
La envidia es el innoble sustituto democrático del homenaje.

Si los europeos renuncian a sus particularismos para procrear al "buen europeo", temamos que sólo engendren a otro norteamericano.

Las escorias pueriles abundan en el pensamiento reaccionario, mientras la llama marxista no lo acendra.

Sin la filosofía, las ciencias no saben qué saben.

Sabiendo que no puede ganar, el reaccionario no tiene ganas de mentir.

Sin severo entrenamiento epistemológico, no podemos emprender la conquista del derecho a la superstición.

Los tres enemigos del hombre son: el demonio, el Estado y la técnica.

No soy un intelectual moderno inconforme, sino un campesino medieval indignado.

Lo que finalmente importa no es que un pueblo ejecute una política eficaz en la tierra, sino que sea un gesto admirable en la historia.
Y al que socarronamente nos pregunte, ¿qué queda del que pierde?, preguntemos con ironía ¿qué queda del que gana?.

9/7/08

8/7/08

Metafísica hoy.

La moral externa o advenida al mundo de la vida, tal como viene siendo concebida, a modo de aparato de domesticación, normativa para sociedades homínidas, es el envés de una razón cerrada sobre sí misma. La moderna quiebra de razón y voluntad, inicialmente un quiasmo alcanza hoy su grado límite en la figura de una miríada de erráticos añicos de nada. Pero desde hace siglos y todavía hoy se escuchan voces por la restauración.

"La evidencia que se trata de fundamentar (recordemos) viene, a la postre, a fundamentar ella misma al fundamento. Y el recurso a la vía trascendental (en el que tanto hemos insistido) significa la enérgica apelación a las condiciones en que la conciencia tiene que subsistir, pese a que ella misma haya reconocido que no puede; ello nos pone en la pista de esa "moralización del conocimiento" que será compañera de la crítica cuanto ésta no quiere ser escéptica. Siempre habrá que postular algo para escapar al fantasma del genio maligno; fantasma que, por otra parte, nunca puede ser conjurado del todo. En este sentido, Descartes inaugura paradigmáticamente los desarrollos de esa filosofía moderna, cuyo dramático argumento Kant sintetizará, y que, tras él, irá mostrando cada vez con mayor claridad su progresiva inmersión en el mundo de la voluntad, en el mundo de la moral. El racionalismo moderno, en su última raíz, lleva en sí el germen del reconocimiento de que la razón necesita de cierta fe, y la fe de buenas obras. Negador de la religión, rendirá un último homenaje a lo que niega, dotándolo de otro contenido, pero conservándolo en la medida en que, después de todo, lo normal es seguir esperando alguna clase de "salvación" ". (Vidal Peña. 1977)

4/7/08

NOTICIA. Una voz más alta que otras.








La fundación Juan March pone a disposición del público algunas de sus conferencias históricas. Son miles, pero s
ólo tenéis que escribir Gustavo Bueno en búsquedas y encontraréis las que motivan esta noticia. Se trata de un auténtico hontanar, de una fértil fuente que alimentará a cada cual según su naturaleza. Queda aquí incluido en el apartado de vínculos, aunque también se especifica la siguiente dirección:

http://www.march.es/CONFERENCIAS/anteriores/index.asp?busqueda=avanzada&conferenciante=Bueno%2C+Gustavo

DE LA NADA, QUE AVANZA

Ese título es casi un lugar común, el desierto debiera habernos asfixiado ya. Acaso lo ha hecho. Me miro las manos, nervudas y cruzadas de v...