"Las características excepcionales del entorno y el carácter de la juventud de Dietrich von Hildebrand atestiguan la verdad de la afirmación de la teología católica de que Gratia supponit naturam. Gracias a su privilegiado entorno, todos los hijos de los Hildebrand fueron preservados de los desórdenes psicológicos que tanto prevalecen hoy día: complejos de inferioridad (una sutil forma de orgullo), represión, falta de objetividad, insano auto-centralismo, extraños retorcimientos psicológicos, y también lo que Adolf von Hildebrand llamaba "sentimientos innecesarios" ". (Alice von Hildebrand)
29/9/10
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