Entristece la visión de la orgullosa alegría, tanto como la de la pena absolutamente abnegada. Pero a uno u otro grupo pertenecen hoy (casi) todos los rostros. ¿Cómo alcanzar una alegría sin orgullo o una abnegación serena?. Las crisis llamadas económicas entrañan nuestro feo gesto maquillado y nuestra directa responsabilidad negada.
25/9/11
Debellare Superbos
Entristece la visión de la orgullosa alegría, tanto como la de la pena absolutamente abnegada. Pero a uno u otro grupo pertenecen hoy (casi) todos los rostros. ¿Cómo alcanzar una alegría sin orgullo o una abnegación serena?. Las crisis llamadas económicas entrañan nuestro feo gesto maquillado y nuestra directa responsabilidad negada.
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