2/1/11

Uno y otro más.

Cuando los años se suceden como magnitudes sin calidad, apenas vale la  pena impostar buenos deseos. Despido a un amigo, tomo el último trago de la noche y espero que el tiempo deje de traer idénticas nimiedades. Ars longa, vita brevis: un año más es, de hecho, un año menos. 
Mis deseos son simples, y lo que para mí quiero también para los demás: ver crecer a mis hijos, tener tiempo para el trabajo y perder el menos para el sustento.Que el lenguaje que gasto diga algo: hablar y no distraer el habla, indiferente, para no decir.Como pueden ver tengo aspiraciones de hombre libre. 
Salud y buen año.

1 comentario:

Daniel dijo...

Siendo optimista el número de años por venir es el de los ya sucedidos. La amistad, como el arte, es duradera pero nosotros no tanto....
Por eso añado a tus deseos el de poder perder algo del tiempo que nos queda en compartir una botella de vino, o media si vienen mal dadas, que aliente una vez más el penúltimo intento por entender algo.
Salud.

DE LA NADA, QUE AVANZA

Ese título es casi un lugar común, el desierto debiera habernos asfixiado ya. Acaso lo ha hecho. Me miro las manos, nervudas y cruzadas de v...