Cuando los años se suceden como magnitudes sin calidad, apenas vale la pena impostar buenos deseos. Despido a un amigo, tomo el último trago de la noche y espero que el tiempo deje de traer idénticas nimiedades. Ars longa, vita brevis: un año más es, de hecho, un año menos.
Mis deseos son simples, y lo que para mí quiero también para los demás: ver crecer a mis hijos, tener tiempo para el trabajo y perder el menos para el sustento.Que el lenguaje que gasto diga algo: hablar y no distraer el habla, indiferente, para no decir.Como pueden ver tengo aspiraciones de hombre libre.
Salud y buen año.
1 comentario:
Siendo optimista el número de años por venir es el de los ya sucedidos. La amistad, como el arte, es duradera pero nosotros no tanto....
Por eso añado a tus deseos el de poder perder algo del tiempo que nos queda en compartir una botella de vino, o media si vienen mal dadas, que aliente una vez más el penúltimo intento por entender algo.
Salud.
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