24/4/11

Pueblo y Comunidad. A propósito de Charles Péguy.

Charles Péguy ha descrito como pocos la dimensión radical de la gran transformación, de la substancial metamorfosis que significa la modernidad y conoce como pocos la naturaleza de su agente esencial: la ciudadanía, léase, la burguesía. 

"Fuimos educados en un mundo radicalmente distinto. Se puede decir que el niño educado en una ciudad como Orleáns entre 1873 y 1880 estaba en contacto físico, literalmente, con la antigua Francia, con el antiguo pueblo, con el pueblo sin más. Y hasta se puede decir que esta su participación fue plena, porque la antigua Francia estaba todavía entera e intacta. La ruina se ha producido, si así puedo decirlo, sin solución de continuidad y en pocos años [...].
Puede creerse que fuimos educados en un pueblo alegre. En aquellos tiempos, un lugar de trabajo era un rincón de la tierra en el que los hombres eran felices. [...]."

Péguy conoce la metafísica que sostiene el orden comunitario que habita el pueblo, una metafísica que trascendió durante décadas la oposición entre la metafísica de la ciencia de sus maestros laicos y la metafísica teológica de la iglesia. Acusa una contradicción alarmante: mientras la metafísica de la ciencia es ineficaz pudo mantener, sin embargo, la confianza en sus maestros laicos. La metafísica teológica ha manifestado su potencia pero sus depositarios se pierden: "...aquellos que poseen la confesión no tienen ciertamente la confianza, aquellos que creen no confían en los depositarios de su fe". La razón está en la procedencia de esos maestros laicos que, más allá de su doctrina, son parte del pueblo: "un hombre pertenece a su extracción, un hombre es lo que es. No es aquello que hace por los otros, lo serán quizá sus sucesores. Pero él no. El padre no es de él mismo, es de su origen, de su extracción; sus hijos son suyos".
Exacta es, finalmente, su rápida determinación de esta vieja metafísica del pueblo, una ontología de la comunidad o de la persona. Es fácil entender por qué no se lee a Ch. Péguy hoy, entre nosotros.

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