La izquierda realista y naturalista ha hecho de la adaptación su única guía de acción política en todos los terrenos. Desmoralizados, ceden y desisten ante cualquier esfuerzo por realizar cualquier norma. No en vano han juzgado toda norma superestructural o sustitutiva pseudosatisfacción de nuestro deseo - según incidan más en el marxismo o en el freudismo -. Por ello es paradigmático el caso de la prostitución, contra la que ya no sirve luchar, sino que debiéramos asimilar. Es efecto, es una realidad a cuya presencia hay que adaptarse, sin tratar de vencerla como si la juzgáramos intrínsecamente mala. Es la elevación plena de la realidad a norma, no otra cosa es lo que hemos llamado a veces facticismo... De hecho, los señoritos incluso deciden que estamos ante trabajadoras sociales que mantienen la salud sexual de nuestra población. Se trata de la máscara más servil del nihilismo moderno.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
DE LA NADA, QUE AVANZA
Ese título es casi un lugar común, el desierto debiera habernos asfixiado ya. Acaso lo ha hecho. Me miro las manos, nervudas y cruzadas de v...
-
A finales de los años ochenta se planteaba esta cuestión Juan B. Fuentes, con ocasión de la edición española de la obra de E. Brunswick (190...
-
De entre los hallazgos que pueda revelar el último libro del hispanista Stanley G. Payne, probablemente nada relativo a la historia de Españ...
-
"Año nuevo, vida nueva" afirma el común sin reparar en que no hay tránsito a nueva vida sin muerte previa. No quiero tanto, basta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario