Me atrevo a dejar referencia aquí a un magnífico ejercicio de realidad. Se trata de Hannah Arendt. Su presencia real descompone cualquier posible reserva. La cuestión es la procedencia de mis precauciones.
Véase en A Parte Rei.
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1 comentario:
Magnífico documento, realmente.
Hace tiempo que siento un inmenso respeto por H. Arendt. Curiosamente, sobre todo tras leer su epistolario con Heidegger: su grandeza en la relación que durante años mantuvo con este intelectual 'uniformizado' quedó grabada en mi memoria y en mi alma; su 'femenino' modo de atender a los infantiles desvaríos del 'gran intelectual' -como la madre que, simplemente, entiende la humanidad propia incluso del hijo más descarriado- han sido una de las mejores lecciones de vida que creo haber recibido.
Muchas gracias por darme a conocer esta entrevista.
Y ahora, ¿podrías desarrollar algo más la 'cuestión' a la que haces referencia?
Unha aperta, meu.
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