Anda revuelto el corral mediático.Detrás de la crítica detectan el rostro de Carlos Marx y se burlan, soberbios, del desastrado aspecto que, al parecer, muestra su cadáver. Me parece que en su soberbia dejan ver el miedo que los acosa. Mucho más templado, en todos los sentidos, el maestro reaccionario D. Nicolás Gómez Dávila sabía que, respecto del marxismo caben dos errores simétricos, de un lado despreciar lo que enseña, de otro creer lo que promete.No conocen su enseñanza y podrían llegar - tan liberales ellos - a creer en sus promesas. Su liberalismo sólo será potente, como la doctrina reaccionaria de Gómez Dávila, si la llama marxista lo acendra. (Pido disculpas por tan intolerable paráfrasis).
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