17/11/10

Sobre la línea.

La lectura de Comte, a dos siglos de distancia, nos sitúa al límite, que se encuentra, una vez  más, en nuestro fuero interno. Evoco el parágrafo 22 y último del escrito de Jünger Sobre la línea, palabras que llegan una vez más por mediación de J. B. Fuentes, quien las cita en su octavo capítulo.
"El reproche de nihilismo se cuenta hoy entre los más populares, y todos los dirigen con placer a su enemigo. Es probable que todos tengan razón. Deberíamos pues cargar con el reproche y no detenernos con aquellos que sin descanso están a la búsqueda de culpables. Quien menos conoce la época es quien no ha experimentado en sí el increíble poder de la Nada y no sucumbió a la tentación. El propio pecho: esto es, como antiguamente en la Tebaida, el centro del mundo de los desiertos y las ruinas. Aquí está la caverna ante la que se agolpan los demonios. Aquí está cada uno, da igual de qué clase y rango, en lucha inmediata y soberana, y con su victoria se cambia el mundo. Si él es aquí más fuerte, entonces retrocederá en sí la Nada. Dejará en la orilla de la playa los tesoros que estaban sumergidos. Ellos compensarán los sacrificios"

1 comentario:

Xacinto dijo...

Exacto.
Y punto.

DE LA NADA, QUE AVANZA

Ese título es casi un lugar común, el desierto debiera habernos asfixiado ya. Acaso lo ha hecho. Me miro las manos, nervudas y cruzadas de v...