16/11/08

Nótulas. Sobre R. Koselleck (7). Illuminaten

El espacio espiritual, interior, infraestatal; el espacio civil y moral de la sociedad, rodeado de secreto alcanza categoría de misterio en la segunda formación social, antes mencionada, característica de la crítica ilustrada: la francmasonería.
Es el énfasis en el secreto lo que distingue a las logias de las comunidades religiosas de pietistas, metodistas, o jansenistas. El contenido del secreto varía de unos a otros grupos, varía incluso el carácter del mismo, porque se realiza por vías diferentes el objetivo universal del "arte regio":la construcción del hombre nuevo, la elevación de los hermanos a las luminosas regiones del saber. El contenido vetado, silenciado y reservado, es muy diverso de unos a otros sistemas [desde planes racionales de convivencia social a fantasías románticas y místicas], pero es el mismo el énfasis sacramental en el enigma y el misterio. El tercer poder, cifrado por John Locke como law of private censure, aparece junto a los misterios sin secreto de la Iglesia y junto a la política arcana, el secreto sin misterio, del Estado. Lessing vincula estrechamente, con toda razón, sociedad civil y masonería.
Las funciones del secreto son más importantes que su diverso contenido, señala Koselleck. En las logias - de origen nétamente burgués - se asimila a una nobleza prestigiosa pero políticamente desposeída, a la que se trata, en el espacio secreto de la sociedad, en términos de perfecta igualdad. Así como ante las damas de los salones no rige el principio del rango, tampoco en las logias de Noblemen, gentlemen and working men. Pero en las logias la igualdad social es ajena por completo al Estado, no es propiamente igualdad política: El hermano no es súbdito del Estado sino hombre y mero hombre, entre hombres. Pero no es tanto la igualdad cuanto la libertad el objetivo de la sociedad secreta, libertad de las constricciones del Estado o de la Iglesia que sólo el secreto garantiza. El secreto protege ahora del Estado, que paradójicamente siriviera de protección en el bellum omnium contra omnes de las guerras civiles religiosas.
La función protectora del secreto tiene su correlato espiritual en la neta distinción entre moral y política. La consciente separación de ambos órdenes queda explicitada en los "Antiguos Deberes", de 1723 (bajo el mandato de Desaguliers) . Estos "Antiguos Deberes" determinan la expansión del "arte regio" por toda Europa, en cuanto que admiten el texto de 1723 como fundamento de trabajo.
"El masón está obligado por su profesión, a prestar obediencia a la ley moral...". Rezan los estatuos del 23. Ley moral frente a la ley política del Estado, y frente a la ley divina de las Iglesias hegemónicas.
1.Frente a las Iglesias: Moral que se pretende universal y, en este sentido, una nueva catholick religion. El Estado Absoluto neutralizó en su infinita soberanía las tensiones religiosas, la masonería busca superar en la moral racional universal las diferencias confesionales.
2.Frente al Estado: "Estamos resueltos en contra de toda política", reza el artículo sexto de los Estatutos de 1723. Rechazo de una política que desatiende las leyes de esta moral universal infraestatal y se gobierna por el principio puramente político de la Razón de Estado.
El rechazo moral de la política cumple un doble objetivo: establecer una unidad por encima de los partidos pero también lograr la tolerancia política de la sociedad secreta. Pese a todo, en Inglaterra el arte regio se vinculó pronto con la política, y fue principalmente en el marco continental absolutista donde la escisión moral-política, largo tiempo subsistente, forjó la moral de convicciones de la burguesía. Esta figura espiritual que consiste en ser libre en secreto, que recibe en las logias su concreción histórica y social, es la matriz del pensamiento burgués. Libertad en secreto que constituye el secreto de la libertad burguesa: secreto protector y cohesionador de la sociedad en su plano infrapolítico. Pero este ámbito moral interior, del orden de la sociedad, penetrará el espacio político de modo oblicuo o indirecto poniéndolo en tela de juicio desde su jurisdicción moral.

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