En la conversación con un amigo se me vinieron a las mientes versos, sin duda muy conocidos de todos, pero que me permito poner aquí por el placer de recordarlos. La conversación trataba de muchos y muy diversos asuntos, pero al fondo se hablaba, como tantas veces, de los españoles. Así pues, los autores de estos versos no han de contemplarse como modelos de algún esencialista modo de ser, sino acaso - distintos y distantes - de un modo de estar... "a la espera de que se presente una ocasión cualquiera de intervenir de un modo digno en la historia universal" (G. B.)
Salmo 1
Un nuevo corazón, un hombre nuevo
ha menester, Señor, la ánima mía;
desnúdame de mí, que ser podría
que a tu piedad pagase lo que debo.
Dudosos pies por ciega noche llevo,
que ya he llegado a aborrecer el día,
y temo que hallaré la muerte fría
envuelta en (bien que dulce) mortal cebo.
Tu hacienda soy; tu imagen, Padre, he sido,
y, si no es tu interés en mí, no creo
que otra cosa defiende mi partido.
Haz lo que pide verme cual me veo,
no lo que pido yo: pues de perdido,
recato mi salud de mi deseo.
(F. Quevedo)
Los siguientes versos evocados se hallan al otro extremo de un largo proceso que mide la historia de España. Distintos y distantes, como decía, pero aún pienso que ligados por un vínculo definitivo.
Soneto.
Yo sé que mi perfil será tranquilo
en el norte de un cielo sin reflejo:
mercurio de vigilia, casto espejo,
donde se quiebre el pulso de mi estilo,
Que si la yedra y el frescor del hilo
fue la norma del cuerpo que yo dejo,
mi perfil en la arena será un viejo
silencio sin rubor de cocodrilo.
Y aunque nunca tendrá sabor de llama
mi lengua de palomas ateridas
sino desierto gusto de retama,
libre de normas oprimidas
seré, en el cuello de la yerta rama
y en el sinfín de dalias doloridas.
(F. G. Lorca)
2 comentarios:
Un modo de enlazar estas dos joyas españolas: el siguiente pensamiento del católico y francés Péguy: "Toda alma que se salva, salva a su vez su cuerpo"
Muy fina lectura y sí que se adivina el vínculo. Muchas gracias por los recuerdos.
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